Carabineros de servicio bicicleta de la Cuarta Comisaría de Quillota, mientras efectuaban patrullajes por el centro de la ciudad, la tarde de este jueves al transitar por calle Maipú fueron requeridos a raíz del llamado de auxilio de la cajera de una estación de servicio, indicando que momentos antes había sido asaltada por un hombre que se trasladaba en bicicleta. Con las características del asaltante, los uniformados rápidamente fueron en búsqueda del sospechoso, quien se encontraba a metros del lugar, siendo detenido en el acto y bajo flagrancia. En poder del imputado se encontró un arma de fogueo no adaptada para el disparo, además de una bolsa de plástico con las especies del delito, tratándose de $73.900 en dinero efectivo y cajetillas de cigarrillos de diferentes marcas. El antisocial -de 22 años- quien mantiene antecedentes de diversas reiteraciones por delitos violentos, fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía Local para su control de detención y formalización de cargos.
Fue cuando llegó hasta el hospital San Camilo en San Felipe por atención médica a propósito de una serie de lesiones en su cuerpo, que fue identificado. Se trata de un sujeto de 30 años de edad que se encontraba prófugo de la justicia desde hace cerca de nueve meses. Había sido condenado a 17 años de cárcel por el delito de abuso sexual en contra de una menor de 14 años, pero nunca se presentó a cumplir. El comisario de Carabineros en San Felipe, Mayor Jorge Guzmán dijo que “gracias a las diligencias que realizó la SIP de carabineros se dio con la ubicación de este sujeto y puesto a disposición del Tribunal(...) este es un excelente procedimiento por la calidad del delito cometido, con lo que se saca de circulación a una persona peligrosa, particularmente en el marco de la protección de niños, niñas y adolescentes”. Su ubicación no fue fácil y es que el delincuente era apoyado por familiares y amigos para mantenerse oculto e incluso, entregaba identidades falsas, tal como lo hizo en el centro de salud y por eso que hoy, además, podría iniciarse una investigación para llevar a la justicia a quienes lo ayudaron a ocultarse. En cuanto a los motivos por los que el condenado ingresó al hospital sanfelipeño donde quedó internado con diagnóstico reservado, desde Carabineros se indicó que no existe información ni certeza de cómo se produjeron esas lesiones por cuanto la labor de los funcionarios fue principalmente hacer cumplir la orden de aprehensión emanada desde el Tribunal. Eso sí, extraoficialmente fuentes al interior del recinto hospitalario no descartan que esas lesiones sean atribuibles a una especie de ajusticiamiento a raíz de la calidad del delito por el que era intensamente buscado.
Carabineros de servicio bicicleta de la Cuarta Comisaría de Quillota, mientras efectuaban patrullajes por el centro de la ciudad, la tarde de este jueves al transitar por calle Maipú fueron requeridos a raíz del llamado de auxilio de la cajera de una estación de servicio, indicando que momentos antes había sido asaltada por un hombre que se trasladaba en bicicleta. Con las características del asaltante, los uniformados rápidamente fueron en búsqueda del sospechoso, quien se encontraba a metros del lugar, siendo detenido en el acto y bajo flagrancia. En poder del imputado se encontró un arma de fogueo no adaptada para el disparo, además de una bolsa de plástico con las especies del delito, tratándose de $73.900 en dinero efectivo y cajetillas de cigarrillos de diferentes marcas. El antisocial -de 22 años- quien mantiene antecedentes de diversas reiteraciones por delitos violentos, fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía Local para su control de detención y formalización de cargos.
Fue cuando llegó hasta el hospital San Camilo en San Felipe por atención médica a propósito de una serie de lesiones en su cuerpo, que fue identificado. Se trata de un sujeto de 30 años de edad que se encontraba prófugo de la justicia desde hace cerca de nueve meses. Había sido condenado a 17 años de cárcel por el delito de abuso sexual en contra de una menor de 14 años, pero nunca se presentó a cumplir. El comisario de Carabineros en San Felipe, Mayor Jorge Guzmán dijo que “gracias a las diligencias que realizó la SIP de carabineros se dio con la ubicación de este sujeto y puesto a disposición del Tribunal(...) este es un excelente procedimiento por la calidad del delito cometido, con lo que se saca de circulación a una persona peligrosa, particularmente en el marco de la protección de niños, niñas y adolescentes”. Su ubicación no fue fácil y es que el delincuente era apoyado por familiares y amigos para mantenerse oculto e incluso, entregaba identidades falsas, tal como lo hizo en el centro de salud y por eso que hoy, además, podría iniciarse una investigación para llevar a la justicia a quienes lo ayudaron a ocultarse. En cuanto a los motivos por los que el condenado ingresó al hospital sanfelipeño donde quedó internado con diagnóstico reservado, desde Carabineros se indicó que no existe información ni certeza de cómo se produjeron esas lesiones por cuanto la labor de los funcionarios fue principalmente hacer cumplir la orden de aprehensión emanada desde el Tribunal. Eso sí, extraoficialmente fuentes al interior del recinto hospitalario no descartan que esas lesiones sean atribuibles a una especie de ajusticiamiento a raíz de la calidad del delito por el que era intensamente buscado.