La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes fue víctima de otro robo, pero esta vez afectando a uno de sus elementos más emblemáticos. Desde ambas campanas, ubicadas en el frontis del recinto, fueron sustraídos dos badajos de metal de aproximadamente 5 kilos cada uno, afectando completamente el funcionamiento de estas piezas, las que tienen un profundo valor histórico para la parroquia y la comunidad. Estas campanas, datan de mayo de 1896, representando un patrimonio significativo que ha sido parte importante de la vida religiosa de Los Andes por más de un siglo. Es así, como este incidente, se suma a una serie de robos que ha afectado a la parroquia en diversas ocasiones durante el trascurso del año, incluyendo hurtos en el comedor de la institución. La comunidad y trabajadores de la parroquia lamentan esta situación, puesto que solo se dedican a entregar ayuda a quienes más lo necesitan. Si bien, la parroquia cuenta con sistema de seguridad, señalan que este deberá ser complementado con cámaras prontamente, para así evitar este tipo de situaciones que finalmente podrían repercutir en el cierre definitivo del comedor solidario que allí se encuentra. Por su parte la iglesia espera que estos elementos puedan ser devueltos y hacen un llamado a la comunidad a estar atentos y reporten cualquier intento de comercialización de los badajos sustraídos.
La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes enfrentó una lamentable situación tras el robo de la mercadería destinada a la entrega de almuerzos en su comedor San Alberto Hurtado, el cual beneficia a una gran cantidad de personas en situación de calle en la ciudad. Este incidente es el más reciente en una serie de robos que han afectado a la parroquia en otras ocasiones, tres durante las últimas semanas. Con esta última intrusión, ya son tres las veces que el comedor ha sido blanco de los delincuentes, impactando a cerca de 80 personas que dependen de este servicio para sus comidas diarias. Los involucrados pasaron el sistema de seguridad para ingresar y sustraer la mercadería, rompiendo el vidrio de una de las puertas para ingresar por la zona de la cocina y llevarse consigo diversos productos como carnes y verduras. Esta situación ha obligado a la parroquia a suspender temporalmente el servicio de almuerzos por 10 días, lo que ha generado descontento y preocupación entre la comunidad y los beneficiarios. La parroquia, que se ha esforzado por mantener este vital servicio comunitario a pesar de los reiterados robos, advirtió que futuros incidentes podrían llevarlos a reconsiderar la continuidad del comedor San Alberto Hurtado, lo que claramente afectaría al bienestar de las personas que dependen de este servicio esencial en la ciudad.
La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes fue víctima de otro robo, pero esta vez afectando a uno de sus elementos más emblemáticos. Desde ambas campanas, ubicadas en el frontis del recinto, fueron sustraídos dos badajos de metal de aproximadamente 5 kilos cada uno, afectando completamente el funcionamiento de estas piezas, las que tienen un profundo valor histórico para la parroquia y la comunidad. Estas campanas, datan de mayo de 1896, representando un patrimonio significativo que ha sido parte importante de la vida religiosa de Los Andes por más de un siglo. Es así, como este incidente, se suma a una serie de robos que ha afectado a la parroquia en diversas ocasiones durante el trascurso del año, incluyendo hurtos en el comedor de la institución. La comunidad y trabajadores de la parroquia lamentan esta situación, puesto que solo se dedican a entregar ayuda a quienes más lo necesitan. Si bien, la parroquia cuenta con sistema de seguridad, señalan que este deberá ser complementado con cámaras prontamente, para así evitar este tipo de situaciones que finalmente podrían repercutir en el cierre definitivo del comedor solidario que allí se encuentra. Por su parte la iglesia espera que estos elementos puedan ser devueltos y hacen un llamado a la comunidad a estar atentos y reporten cualquier intento de comercialización de los badajos sustraídos.
La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes enfrentó una lamentable situación tras el robo de la mercadería destinada a la entrega de almuerzos en su comedor San Alberto Hurtado, el cual beneficia a una gran cantidad de personas en situación de calle en la ciudad. Este incidente es el más reciente en una serie de robos que han afectado a la parroquia en otras ocasiones, tres durante las últimas semanas. Con esta última intrusión, ya son tres las veces que el comedor ha sido blanco de los delincuentes, impactando a cerca de 80 personas que dependen de este servicio para sus comidas diarias. Los involucrados pasaron el sistema de seguridad para ingresar y sustraer la mercadería, rompiendo el vidrio de una de las puertas para ingresar por la zona de la cocina y llevarse consigo diversos productos como carnes y verduras. Esta situación ha obligado a la parroquia a suspender temporalmente el servicio de almuerzos por 10 días, lo que ha generado descontento y preocupación entre la comunidad y los beneficiarios. La parroquia, que se ha esforzado por mantener este vital servicio comunitario a pesar de los reiterados robos, advirtió que futuros incidentes podrían llevarlos a reconsiderar la continuidad del comedor San Alberto Hurtado, lo que claramente afectaría al bienestar de las personas que dependen de este servicio esencial en la ciudad.