En un ambiente de alegría y gratitud, 56 mujeres andinas fueron homenajeadas en una ceremonia especial organizada por el municipio de Los Andes a través de la Casa de la Mujer. La actividad, que ya se ha convertido en una tradición dentro de las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer, tuvo como objetivo destacar el invaluable aporte de las mujeres en distintos ámbitos de la sociedad. El reconocimiento se realizó durante un desayuno donde mujeres de todas las edades, provenientes de diversas áreas como el servicio público, la educación, la salud, el deporte, el comercio y el voluntariado, compartieron experiencias y reflexionaron sobre los desafíos que aún enfrentan. La jornada reafirmó el compromiso de seguir trabajando por una sociedad más inclusiva, donde cada mujer tenga la oportunidad de crecer, desarrollarse y ser valorada por su contribución diaria. Durante la ceremonia, la emoción se hizo presente en cada historia compartida. Las asistentes recibieron el reconocimiento con humildad, destacando que su labor diaria no busca más que mejorar la calidad de vida de los demás. Siendo así, la actividad se transforma en un gesto que las motiva a seguir adelante, demostrando de paso, que cada pequeño esfuerzo cuenta.
En un ambiente de alegría y gratitud, 56 mujeres andinas fueron homenajeadas en una ceremonia especial organizada por el municipio de Los Andes a través de la Casa de la Mujer. La actividad, que ya se ha convertido en una tradición dentro de las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer, tuvo como objetivo destacar el invaluable aporte de las mujeres en distintos ámbitos de la sociedad. El reconocimiento se realizó durante un desayuno donde mujeres de todas las edades, provenientes de diversas áreas como el servicio público, la educación, la salud, el deporte, el comercio y el voluntariado, compartieron experiencias y reflexionaron sobre los desafíos que aún enfrentan. La jornada reafirmó el compromiso de seguir trabajando por una sociedad más inclusiva, donde cada mujer tenga la oportunidad de crecer, desarrollarse y ser valorada por su contribución diaria. Durante la ceremonia, la emoción se hizo presente en cada historia compartida. Las asistentes recibieron el reconocimiento con humildad, destacando que su labor diaria no busca más que mejorar la calidad de vida de los demás. Siendo así, la actividad se transforma en un gesto que las motiva a seguir adelante, demostrando de paso, que cada pequeño esfuerzo cuenta.