Un sueño que comenzó hace ya un tiempo está dando un gran paso. La Asamblea Territorial de Santa María, un grupo de personas comprometidas con el medioambiente, logró adjudicarse el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio de Medioambiente. Gracias a esto, su iniciativa para restaurar y mejorar el borde del río Aconcagua iniciará una nueva etapa bajo el nombre de “Sendero EcoAconcagua, Aula abierta para la conservación y la educación ambiental”. El proyecto busca transformar un sector que hoy luce como un basural en un sendero ecológico interpretativo. Además, se instalarán paneles informativos. La idea es que los visitantes no solo disfruten del espacio, sino que también aprendan sobre la biodiversidad del Aconcagua y los ecosistemas asociados a él, entendiendo el río no solo como un curso de agua, sino como un humedal urbano lleno de vida. La reforestación será una de las claves del proyecto. Las especies nativas que se plantarán ayudarán a embellecer el sendero, mejorar la calidad del aire y fortalecer el ecosistema ribereño. Además, se espera que la recuperación del sector favorezca el regreso de aves y otras especies que habitan en la zona.
Un sueño que comenzó hace ya un tiempo está dando un gran paso. La Asamblea Territorial de Santa María, un grupo de personas comprometidas con el medioambiente, logró adjudicarse el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio de Medioambiente. Gracias a esto, su iniciativa para restaurar y mejorar el borde del río Aconcagua iniciará una nueva etapa bajo el nombre de “Sendero EcoAconcagua, Aula abierta para la conservación y la educación ambiental”. El proyecto busca transformar un sector que hoy luce como un basural en un sendero ecológico interpretativo. Además, se instalarán paneles informativos. La idea es que los visitantes no solo disfruten del espacio, sino que también aprendan sobre la biodiversidad del Aconcagua y los ecosistemas asociados a él, entendiendo el río no solo como un curso de agua, sino como un humedal urbano lleno de vida. La reforestación será una de las claves del proyecto. Las especies nativas que se plantarán ayudarán a embellecer el sendero, mejorar la calidad del aire y fortalecer el ecosistema ribereño. Además, se espera que la recuperación del sector favorezca el regreso de aves y otras especies que habitan en la zona.