A partir de las siete de la mañana del sábado 12 de octubre, miles de peregrinos iniciarán la ruta de fe que une Chacabuco con el Carmelo, en una nueva versión de la tradicional Caminata al Santuario de Santa Teresa de Los Andes. Teniendo esto en cuenta, las coordinaciones ya se han extendido por varios meses por parte de la Vicaría de la Esperanza Joven, organizadores del evento religioso y que esta vez, llegaron a Los Andes principalmente para afinar detalles de lo que será la jornada. Una coordinación que en rigor se basa en mejorar las debilidades detectadas en años anteriores, por lo que el trabajo si bien es arduo, está enfocado particularmente en la educación de quienes participan de esta caminata de 27 kilómetros por la cuesta Chacabuco. Es uno de los eventos religiosos más importante de la quinta región. La caminata de Auco convoca cada año entre ochenta y cien mil personas, a los que se suman por lo menos 500 voluntarios y funcionarios de distintos servicios públicos encargados de apoyar a los peregrinos no solo en el trayecto oficial, sino que también por las diversas rutas que desde Aconcagua llegan al Santuario.
A partir de las siete de la mañana del sábado 12 de octubre, miles de peregrinos iniciarán la ruta de fe que une Chacabuco con el Carmelo, en una nueva versión de la tradicional Caminata al Santuario de Santa Teresa de Los Andes. Teniendo esto en cuenta, las coordinaciones ya se han extendido por varios meses por parte de la Vicaría de la Esperanza Joven, organizadores del evento religioso y que esta vez, llegaron a Los Andes principalmente para afinar detalles de lo que será la jornada. Una coordinación que en rigor se basa en mejorar las debilidades detectadas en años anteriores, por lo que el trabajo si bien es arduo, está enfocado particularmente en la educación de quienes participan de esta caminata de 27 kilómetros por la cuesta Chacabuco. Es uno de los eventos religiosos más importante de la quinta región. La caminata de Auco convoca cada año entre ochenta y cien mil personas, a los que se suman por lo menos 500 voluntarios y funcionarios de distintos servicios públicos encargados de apoyar a los peregrinos no solo en el trayecto oficial, sino que también por las diversas rutas que desde Aconcagua llegan al Santuario.