En un mundo cada vez más conectado, donde las redes sociales y las plataformas digitales se han vuelto parte esencial de la vida diaria, el ciberacoso se ha establecido como una de las problemáticas más invisibles pero perjudiciales para los jóvenes. Esta forma de acoso, que ocurre a través de medios digitales como mensajes, imágenes, videos y comentarios, se caracteriza por su impacto psicológico, a menudo llevado a cabo desde el anonimato. Con frecuencia, las víctimas son intimidadas, humilladas y acosadas de forma sostenida, lo que genera consecuencias emocionales y sociales graves. El Centro de Salud Mental Comunitario de Los Andes, se enfrenta a diario con este tipo de situaciones. Sin embargo, uno de los grandes retos es la detección temprana. Muchos de estos casos pasan desapercibidos hasta que los daños ya son profundos. Los signos de alarma incluyen cambios en el comportamiento, aislamiento social y problemas emocionales, pero estos pueden ser fácilmente ignorados si no se presta la debida atención. Cada 13 de marzo se conmemora el Día Contra el Ciberacoso en Chile, una fecha impulsada por el Ministerio de Educación con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de prevenir esta problemática. Desde su instauración en 2019, este día ha servido para poner en evidencia la necesidad de fomentar una convivencia sana en las escuelas y promover el uso responsable de las tecnologías, especialmente entre los jóvenes. Hablar de los peligros del ciberacoso desde una edad temprana, enseñar a los jóvenes a reconocer y manejar las amenazas en línea, y generar conciencia sobre el impacto que puede tener una simple broma o comentario, es esencial para reducir los casos de acoso digital. La confianza mutua en el hogar juega un papel relevante en la lucha contra el ciberacoso. Cuando un niño o adolescente siente que puede compartir sus inquietudes y experiencias sin temor a ser juzgado o castigado, es mucho más probable que busque apoyo cuando enfrente situaciones difíciles.
En un mundo cada vez más conectado, donde las redes sociales y las plataformas digitales se han vuelto parte esencial de la vida diaria, el ciberacoso se ha establecido como una de las problemáticas más invisibles pero perjudiciales para los jóvenes. Esta forma de acoso, que ocurre a través de medios digitales como mensajes, imágenes, videos y comentarios, se caracteriza por su impacto psicológico, a menudo llevado a cabo desde el anonimato. Con frecuencia, las víctimas son intimidadas, humilladas y acosadas de forma sostenida, lo que genera consecuencias emocionales y sociales graves. El Centro de Salud Mental Comunitario de Los Andes, se enfrenta a diario con este tipo de situaciones. Sin embargo, uno de los grandes retos es la detección temprana. Muchos de estos casos pasan desapercibidos hasta que los daños ya son profundos. Los signos de alarma incluyen cambios en el comportamiento, aislamiento social y problemas emocionales, pero estos pueden ser fácilmente ignorados si no se presta la debida atención. Cada 13 de marzo se conmemora el Día Contra el Ciberacoso en Chile, una fecha impulsada por el Ministerio de Educación con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de prevenir esta problemática. Desde su instauración en 2019, este día ha servido para poner en evidencia la necesidad de fomentar una convivencia sana en las escuelas y promover el uso responsable de las tecnologías, especialmente entre los jóvenes. Hablar de los peligros del ciberacoso desde una edad temprana, enseñar a los jóvenes a reconocer y manejar las amenazas en línea, y generar conciencia sobre el impacto que puede tener una simple broma o comentario, es esencial para reducir los casos de acoso digital. La confianza mutua en el hogar juega un papel relevante en la lucha contra el ciberacoso. Cuando un niño o adolescente siente que puede compartir sus inquietudes y experiencias sin temor a ser juzgado o castigado, es mucho más probable que busque apoyo cuando enfrente situaciones difíciles.